Agdz
Aquellos viajeros que se dirijan a Ouarzazate o Zagora no deberían perderse Agdz, un clásico oasis de caravasares, antiguas kasbahs de adobe, un innovador huerto comunitario y una cárcel secreta en el desierto.
Conforme nos acercamos, vemos en el horizonte una montaña con forma de tajine, el Jebel Kissane. La montaña brilla con lo que parece nieve, pero en realidad es un espejismo del sol reflejado.
- El Oasis Hara, sin duda alguna es lugar mágico, nada que ver con grandes ciudades, hoteles de lujo, plazas repletas de gente o desiertos. Este lugar aporta todo lo que necesitas, el río Drâa pasa cerca, reflejando en sus aguas el Jbel Kisane.
- Kasbah del Caïd, esta Kasbah de 170 años de antigüedad ahora pertenece a los descendientes del caïd (líder). Para entrar, hay pasar por la recepción de Casbah Caïd Ali, justo al lado. Este edifico de adobe podría obsesionar durante horas a cualquier fotógrafo, pero las vistas desde el tejado sobre el oasis vecino son aún más impresionantes.
- Jebel Saghro, al sur del Alto Atlas, una última cadena de montañas de formación volcánica cierra el paso al desierto. A lo largo de los milenios, los vientos han moldeado un relieve singular. El Jebel Saghro, ofrece en invierno un terreno incomparable para la práctica del senderismo. Aquí, entre nómadas beréberes que se desplazan con sus rebaños de cabras o dromedarios, los paisajes te dejarán pegado al cristal del coche o 4x4.
- Valle del Drâa, la imagen que se obtiene de Marruecos cambia en el momento en el que se visita el valle del Drâa. Antes que los Almorávides conquistaran todo el territorio hasta Barcelona, y que los Saaditas monopolizaran el mercado del azúcar, había que cruzar inexpugnables gargantas, torres de vigilancia y frondosos oasis. Muy diferente al panorama de hoy día, aunque todavía este paisaje rocoso y desértico es salvaje y aventurero.
El valle está formado por las aguas del Alto Atlas, que ocasionalmente emerge formando preciosos oasis. La sección más espectacular se extiende entre Agdz y Zagora. - Kasbah Tamnougalt, situada a unos 6 km de Agdz. Las vistas desde arriba son fascinantes. La historia nos revela que este lugar fue originalmente judío, incluso antes que los bereberes llegaran y se hicieran con el control de la región. Tamnougalt ha sido clasificada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.